El alma visceral de Taiwán
Considera la fotografía como un ejercicio para acercarse a la percepción original de sí mismo. Localiza, recopila e interpreta los “sonidos visuales” que surgen de los rincones abandonados de las ciudades de la isla gracias a la intensidad de sentimientos que producen estos espacios y a palabras clave que le dan curiosidad cuando se enfrenta a temas abstractos e invisibles. Yehlin Lee (Taipéi, 1976) percibe el sonido a través del ojo, así tiene un propio sistema de estética en su proyecto Raw Soul (2011-2017), serie que describe la relación entre los timbres musicales y los tonos de color.
Desde 2001 se dedica a la creación de arte sonoro y en 2011 comienza a estudiar fotografía por su cuenta. De este modo, Yehlin ha estado aplicando metodologías de recopilación de sonido a su práctica fotográfica desde hace diez años. Su libro Raw Soul es una colección de imágenes cuyos temas abarcan escenas callejeras, religión, objetos, humanos y animales, vestigios antiguos y prácticas actuales, o una combinación de grupos de edad, viejos y jóvenes, lugares ocultos y misteriosas yuxtaposiciones, editándolas de una manera que hace pensar que está arreglando música. “Como un submarino, espero a que el ruido de fondo interno se calme. Cuando se escucha un sonido desde adentro, hago clic en el obturador”, dice.
En la siguiente entrevista, el artista taiwanés señala cómo esa lluvia se transforma en fotografía, cuál es la relación entre nuestros sentidos visuales y auditivos, y qué es lo que se necesita para mantener una motivación constante. Quizá sea difícil llegar a definir el sonido en pocos párrafos, aunque tengamos muchos ejemplos de cómo genera en nosotros un determinado cúmulo de emociones, acciones, hechos. Solo nos pide que nuestra imaginación fluya a través de los resplandores muy vivos producidos por esa descarga eléctrica al observarlas.
Raw Soul es una meditación personal de seis años en la isla de Taiwán…
A lo que me refiero como “meditación” es que las imágenes son capturadas no tanto por mi propia intención sino por lo contrario: Fui capturado por el tiempo y el espacio. Y todavía no puedo entender completamente lo que significa en la imagen.
¿Todavía le parece enigmático este vínculo entre las religiones y el crecimiento de la ciudad?
Por supuesto, se puede analizar la relación desde una perspectiva sociológica, es decir, la secularización y el desencanto acompañados de la cultura urbana contemporánea. Pero estoy más interesado en cómo la combinación de imágenes puede despertar los sentimientos del espectador y la asociación de ideas, es decir, la apertura de la interpretación.
¿Es muy religioso? ¿Alguna vez ha tenido problemas con las personas retratadas?
No tengo una religión específica, pero creo que hay un orden superior detrás de nuestro mundo visible. En cuanto a los problemas, si te refieres a la libertad de religión en Taiwán, no, nunca he tenido un problema. Los taiwaneses generalmente respetan la libertad de creencia de los demás.
Señala que la fotografía es una práctica de tomar conciencia de una idea habitual de la realidad y tratar de evitarla. ¿Podría ampliar esa afirmación?
Creo que la fotografía es de alguna manera como el yoga de la mente. Lo importante no es solo lo que ves (el resultado, las increíbles asanas), sino la conciencia de cómo ves (la conciencia durante la práctica). Déjeme ponerlo de una manera científica. Al igual que ha demostrado el famoso experimento Selective attention test, ver es muy selectivo y sesgado. “Ver el mundo” que damos por sentado en realidad contiene varias capas: Percepción de órganos, reconocimiento de objetos, interpretación de ideas simbólicas y conceptualización del significado. Todo está entrelazado en una fracción de segundo.
Para desarrollar el instinto del obturador, me gustaría ser consciente de lo que me intriga para presionar el botón del obturador antes de darme cuenta. Al examinar las imágenes exitosas, puedo aprender qué “truco” funciona, y tratar de no solo repetir los trucos. Cuanto más olvides qué “truco” funciona en una imagen, mejor podrás experimentar el mundo como un principiante, como un niño.
¿Por qué eligió ser fotógrafo?
Después de permanecer varios años en el extranjero. Regresé a Taiwán en 2008. Descubrí que las cosas que alguna vez me fueron familiares en mi tierra natal me parecen totalmente diferentes. Así que cojo mi cámara y he redescubierto esta isla. Para ser honesto, no elegí ser fotógrafo. Jugué con la cámara e hice algunas fotos, y me uní a algunos talleres de fotógrafos Magnum como Chien-Chi Chang, Alex Webb y Gueorgui Pinkhassov. Entonces las cosas sucedieron naturalmente una tras otra.
¿Qué cámaras, formatos y soportes le interesan?
Cada cámara tiene sus pros y sus contras: La estabilidad y el carácter pintoresco de 4×5 a la suavidad y comodidad de 135. Puede ser una buena idea cambiar la forma de ver usando diferentes cámaras. Es como usar diferentes pinceladas de los pintores. Personalmente, ahora estoy usando una Hasselblad 907x. Es una cámara incluso más lenta que la mayoría de las cámaras, pero tiene un color único que disfruto mucho (al menos por ahora).
Los poetas dicen que es necesario saber sacrificar los poemas para convertirse en poeta. ¿Crees que el artista también tiene que aprender a sacrificarse?
Sí, definitivamente. Al igual que cuando estaba haciendo mi libro, al final se quitan algunas imágenes que al principio pensé que eran importantes. Uno puede enamorarse de una imagen determinada y perder el enfoque en su conjunto. Las opiniones y los ojos de otros editores experimentados en los que confío son necesarios para mí a la hora de hacer un libro.
¿Por qué tanto color en su trabajo? ¿No hay espacio para el blanco y negro?
Empecé a hacer fotografías con cámaras digitales, que son a color. Y descubrí que me atraía más el color que la forma. Quizás también sea porque hice algo de arte sonoro antes. Solía experimentar con el timbre de sonido con el programa que escribí. Descubrí que la riqueza del timbre es algo similar al color que vemos. Tiene un efecto sensual inherente. Por otro lado, hay muchos neones durante la noche en las ciudades de Taiwán. Simplemente no puedo evitar eso.
¿Cuál es el comentario más importante que ha recibido su trabajo?
El fotógrafo de Magnum, Gueorgui Pinkhassov, comentó una vez sobre mi libro:
Encuentro el libro «RAW SOUL» de Yehlin Lee muy exquisito y lleno de significado. Cada fotografía seleccionada es autosuficiente, pero reunidas en un libro, las imágenes adquieren su propio ritmo y fluidez. Directamente desde la primera página pones el pie en un camino pavimentado por el autor. Yehlin Lee nos atrae hacia su juego, invitándonos a descubrir similitudes entre fotografías vecinas. Las asociaciones semánticas a veces van seguidas de las visuales. El libro te mantiene en una tensión tan poética que quieres contemplarlo una y otra vez.
¿Está de acuerdo en que la técnica se puede dominar, pero lo fundamental es aprender a contemplar?
Sí. Las técnicas se pueden imitar, pero el estilo y la personalidad de la obra reflejan directamente la experiencia de vida del autor, que es única para cada uno.
¿Es una obra memorable igual a una obra rara? ¿Qué adjetivos usarías frente a Raw Soul?
Una obra memorable depende no solo de su propia calidad, sino también de su época. Al igual que la teoría de la evolución, una especie puede prosperar porque se adapta mejor a su entorno. Hay demasiadas grandes obras anónimas en la historia del arte, pero la mayoría de las personas no las aprecia. En cuanto a la rareza, creo que significa que el trabajo abre otro enfoque para los siguientes artistas. Si sacas esta obra de la historia del arte, es posible que la historia no sea la misma.
Usaría “fiel a mí mismo” para mi serie.
¿Quiénes son sus principales referentes en la fotografía documental?
Robert Frank, Josef Koudelka, Miguel Rio Branco. Creo que de Gueorgui Pinkhassov heredo algunas cualidades raras y el espíritu de Henri-Cartier Bresson, que lo transformó en su propio arte. Su estilo y pensamiento todavía me influyen mucho.
¿Cuál es la esencia de su lenguaje fotográfico? ¿Ir con una idea en la cabeza o sorprenderse con lo que aparece?
Me esforcé mucho por llegar al reino de 幽 玄. En estética japonesa, esta palabra significa: tener un sabor profundo, un regusto profundo. De la nada llegó un sutil sonido de música.
Tiendo a no ir con una idea al comienzo de un proyecto. Pero más adelante, cuando acumule algunas imágenes, algunas palabras clave pueden aparecer y ayudarme a expandir la dirección del proyecto.
¿A qué le tienes miedo como fotógrafo?
Perder mi curiosidad por el mundo.
¿Cómo describiría el mundo que ve?
La convivencia de la crueldad y la belleza.
¿Qué le da a la fotografía y qué le devuelve?
Es parte de mi vida. Y trae mi trabajo a Lima, algo que nunca antes hubiera imaginado. ¡Qué cosa tan increíble!
¿Qué le motiva a continuar en el día a día?
Todavía hay algunos territorios, ya sean físicos o abstractos, en los que no he estado. Quiero ir allí y ver cómo se ve.
¿Cuáles han sido las mayores dificultades que ha encontrado para convertirse en quien es hoy?
Como crecí en una familia asiática tradicional, fui educado y se esperaba que fuera ingeniero cuando era joven, no tanto como mi voluntad. Fue una lucha para mí encontrar lo que amo en un ambiente monótono y atreverme a luchar contra las expectativas de mi familia. Además, los hábitos de perseguir la perfección y analizar las cosas racionalmente fueron enormes obstáculos para mí. Hay un dicho en el mundo de la ingeniería de software: “La optimización prematura es la raíz del mal”. Aprendí mucho para no juzgarme demasiado en la parte creativa del proceso, y todavía estoy aprendiendo. La práctica del yoga me ayuda mucho, me acerca y acepta quién soy realmente.
¿Sigue unificando conceptualmente el trabajo del sonido con el de la imagen fotográfica?
Es un formato complicado mostrar fotos junto con sonido en un lapso de tiempo porque dicta el tiempo de visualización del espectador y el sonido que lo acompaña tiene la misma importancia o incluso más. Siento que una imagen debe verse durante mucho tiempo. Por otro lado, este formato es demasiado simple en comparación con el videoarte. Por lo tanto, usaría este formato cuando sea necesario. En este momento me gustaría trabajar más en mis prácticas fotográficas y aún recopilar pequeños videoclips para uso futuro.
¿Qué viene después de Raw Soul?
Estoy trabajando en un proyecto en las aldeas del sur de Taiwán. Estoy tratando de hacer que mi forma de ver sea un poco más suave, cálida y quizás más elegante.
“Vemos lo que queremos y seguimos lo visible. Pero no puedes dejar de escuchar; todo lo que uno puede hacer es aceptar incondicionalmente cualquier sonido que venga”, ¿estás mucho más interesado en la imperfección en la estética?
Permítanme tomar prestadas las palabras de Leonard Cohen: “Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz”.
¿Qué siente cuando las personas observan sus exposiciones y no las entienden, cuando no se reflejan en ellas?
No les pediría que “entiendan” mi trabajo, sino que se detengan, descuiden todas mis palabras en la declaración, sólo para ver todas las imágenes y sentirlas. Al igual que escuchar música, no es necesario que comprenda lo que significa, pero siempre puede experimentar la música.
¿Qué valor le da a la educación formal en fotografía?
Eso depende de lo que quieras hacer con la fotografía. Como en la mayoría de los casos, creo que sería útil que las personas se familiarizaran con los lenguajes visuales y la práctica. No tengo una educación formal en fotografía, por lo tanto, no puedo decir demasiado al respecto. Pero para el arte, como la educación artística no convierte a uno en un gran artista, creo que lo mismo ocurre con la fotografía. El arte no se puede enseñar de forma pasiva, pero se puede aprender de forma activa y voluntaria.
Para finalizar, ¿qué consejo le darías a alguien que quiera dedicarse a la fotografía documental?
Estudie el mundo por todos los medios, especialmente por su propia experiencia. Aprenda de la práctica y encuentre su propia voz.
Entrevista: Luis Cáceres Álvarez, estudios concluidos de la Maestría en Antropología por la UNMSM. Licenciado en Comunicación y Periodismo por la UPC. Autor de La Catedral del Criollismo. Guardia Vieja del siglo XXI (2017). Coautor de Casa de TODOS. Rostros de la calle en Plaza de Acho (2020). Fue redactor de FOT. Revista Peruana de Fotografía e Investigación Visual y corresponsal en el Perú del servicio en español de la Agencia Anadolu de Turquía.
Todas las fotografìas pertenecen a Yehlin Lee.