#TerceraTomaDeLima: ¿Cómo cubrir desde el fotoperiodismo este tipo de manifestaciones?

#TerceraTomaDeLima: ¿Cómo cubrir desde el fotoperiodismo este tipo de manifestaciones?

Por las manifestaciones convocadas por diversos colectivos, grupos y ciudadanos para el 19 de julio del 2023 en la mayoría de las regiones del país, la Asociación de Fotoperiodistas del Perú entrevistó a tres destacados colegas que se especializan en registrar conflictos sociales: Sebastián Castañeda (SC), Walter Hupiu (WH) y Aldair Mejía (AM). De esta forma, conoceremos cuáles son sus prioridades tanto personales como técnicas cuando se cubre una protesta como la denominada “Tercera Toma de Lima” y si es importante que los más jóvenes asuman riesgos al iniciar su carrera profesional.

¿Cuáles son tus principales indicaciones para registrar una protesta social?


WH:
Para mí, además de conocer las historias a contar, a los actores de la manifestación, las rutas, los posibles escenarios de beligerancia, es importante haber descansado para tener la lucidez que requiere una calle llena de estímulos, para tomar decisiones: determinar ubicaciones, previendo el mejor ángulo a un hecho y medir el riesgo para una toma. Eso involucra llevar el equipo estrictamente necesario, con el que te sientas holgado para moverte rápido. Quienes tienen práctica van con dos cámaras. Yo voy con una y preveo lo que puede ocurrir para intercambiar los lentes.

AM: La principal indicación que siempre me doy durante un conflicto social es prestar atención a mi alrededor. También, rodearte de los colegas para así tener una prueba si es que fuiste agredido. Desplazarte en todo el campo y ser lo más neutral. Siempre estar identificado y portar el carné de prensa y si es posible stickers que digan “Prensa” para que seas reconocido por los manifestantes o la Policía Nacional del Perú (PNP). Tener el equipo de seguridad como: Máscara antigás, casco Klever, chaleco antibalas, rodilleras y un botiquín de primeros auxilios.

SC: Tener equipo de seguridad es el elemento principal a considerar: Máscara antigás, chaleco antibalas, casco, anteojos balísticos, canilleras. Mientras cubrimos podemos estar en algún momento del lado donde está la policía y nos pueden caer piedras, bombardas o cualquier elemento contundente lanzado por los manifestantes, y cuando estamos cubriendo del lado de los manifestantes nos pueden caer perdigones, balas, bombas lacrimógenas e incluso ser agredidos por la policía de forma intencional. Moverse en grupo, ya sea para evitar agresiones o para evitar el robo de equipos.

¿Qué priorizas en tu encuadre en los momentos de tensión?

WH: Priorizo a los manifestantes en la lucha por sus derechos y a no ser discriminados por las estructuras vigentes del Estado. Procuro una historia simple y clara en cada encuadre, un pequeño ecosistema donde todos los personajes, involucrados en esa historia, interactúan entre sí desatando los hechos.

El instante decisivo en el que se resuelven todas las energías contrapuestas y acciones, alinear la cámara para ubicar a los protagonistas de la mejor manera posible en la imagen, con claridad, contundencia y dinámica.

AM: Priorizo a los personajes de mi escena. A veces es muy difícil componer en conflictos sociales, pero siempre intento hacerlo. Priorizo las emociones y sensibilidad que transmiten las personas.

SC: El encuadre en estas situaciones es instintivo. No siempre tienes tiempo en una protesta donde llueven piedras, perdigones, balas, bombas lacrimógenas para pensar en el encuadre perfecto. Eso se da naturalmente, a la vez que tomas fotos debes cuidar tu integridad física y la de tus equipos.

¿Qué le dirías a alguien que cubrirá por primera vez una manifestación tipo “Tercera Toma de Lima”?

WH: Le diría que uno va a las marchas con toda la fotografía que ha desarrollado hasta ese momento y tiene que haber resuelto lo que rinde su cámara en condiciones adversas de luz.

Lima tiene una iluminación muy mala y estos eventos mayormente se resuelven de noche, así que los días previos vayan al Centro de Lima y midan la respuesta de su equipo con distintos ISO y velocidades en esas condiciones, así no improvisan en las calles bravas.

Que es importante respetar el trabajo de todos, que eviten meterse en la foto de otro colega. Que antes de cruzar una acción vean si no están perjudicando la toma de alguien. Que hay que cuidarse en grupo porque además de policías y manifestantes existen infiltrados por todos lados.

AM: A veces uno nunca espera nada, sino que sale todo al momento. Solo espero hacer el trabajo que siempre he hecho: mostrar la realidad de mi país y disfrutar haciendo fotos, claro, siempre con mucho cuidado, que vaya con su equipo de seguridad. No es fácil hacer fotografías de conflictos. Es peligroso, arriesgado, pero si te gusta lo qué haces, disfrútalo. Siempre atento a tu alrededor y si vas con colegas, es mejor.

SC: Le recomendaría que se cuide, que tenga equipo de seguridad, que se mueva en grupo, que sepa ubicarse y observe rutas de escape por si la situación se complica. Siempre estar identificado con la credencial de prensa. Nunca enfrentarse a los manifestantes o a la policía. Nosotros no somos la noticia. Estar en comunicación con los colegas cuando no estén cerca.

¿Cómo planteas los límites de la imagen y del lenguaje para contar estas situaciones?

WH: Cada vez el periodismo gráfico es más elástico de manera que se apertura a las nuevas expresiones, menos ortodoxas, menos prisioneras a hechos concretos y enfoques rigurosos, a más evocativas y simbólicas. El tránsito entre estos dos extremos es un ejercicio de liberación saludable, así como un ejercicio hacia el minimalismo de la imagen de los hechos y que puede romper las ultimas resistencias en considerar lo periodístico como un arte, arte urbano del más puro.

Yo, particularmente, prefiero lo simbólico, que es ya de por sí una mayor chambaza de síntesis y es que lo mío no depende de los medios tradicionales sino de las redes en donde todo se sigue reinventando. Sin embargo, vuelvo a lo ortodoxo, con sentimiento de culpa, para registrar porque nuestra presencia es también documento y memoria.

AM: Pues, siempre hay un límite, pero en este caso la adrenalina te hace continuar haciendo más fotografías, a veces ya llega un punto que ya no debemos tomar más fotos por respeto a la persona. Pero cuando hablamos de conflictos, creo yo que no hay ningún límite, solo es seguir haciendo fotos hasta decir “ahí nomás”. Sobre el lenguaje, lo hago muy periodístico para que el espectador pueda entender lo que está sucediendo o a qué se refiere la fotografía que he tomado.

SC: Esto es fotoperiodismo puro y duro. Si hay violencia, heridos, muertos, hay que cubrirlo, mostrar lo que sucede. Uno no tiene bando en ese momento, uno puede estar de acuerdo o no con los motivos de la protesta, pero no puedes tomar partido ni por la autoridad, ni por los manifestantes. En ese momento eres un comunicador.

¿Es esencial que los jóvenes fotógrafos asuman riesgos para iniciar la carrera profesional? ¿Por qué?

WH: Sí, definitivamente y es inevitable porque de por medio hay mucha adrenalina. Es muy adictiva, sobre todo para los jóvenes. Así que mientras más pronto se lleven bien con las calles bravas que les han tocado, más pronto sabrán manejarse en estas épocas en que se le ha otorgado total impunidad a la policía y a los psicópatas ocultos que asesinaron, extrajudicialmente, a manifestantes de todas las edades y sin proporcionalidad en Puno, Ayacucho, Cusco y salir bien librados del encuentro con ellos en las calles de Lima.

Es importante aprender a recordar que nadie debe morir por realizar una cobertura.

AM: Tal vez sí, ya que pueden aprender más, pero obviamente no arriesgándose mucho. Cuando uno empieza no sabes lo que pasará y si no tienes tu equipo de seguridad peor, no te imaginas en qué te estás metiendo. Si te informas, ya sabes a que te enfrentarás y puedes asumir riesgos. Los conflictos son una ventana abierta para que puedan enseñar su mayor potencial y demostrar que uno sí puede cubrir sin importar el género. Es muy riesgoso y más aún si no hay una empresa que te respalde. Si cubren conflictos, deben tener mucho cuidado y su trabajo debe hablar por sí solo.

SC: En esta profesión se asumen riesgos, no solo en las protestas, en los desastres naturales. Si no quieren asumir riesgos deben dedicarse a otro tipo de fotografía, incluso a otro tipo de fotoperiodismo, no todos los fotoperiodistas los asumen. Si no quieren, hay coberturas muy tranquilas: entrevistas, deportes, retratos, etc. Pero si decides asumir riesgos, hacerlo con inteligencia y tener tu equipo de seguridad, andar en grupo, etc. No todos tienen la posibilidad de comprarlo, pero si gastaron en lentes y cámara, inviertan un poco más, compren una máscara antigás y casco para empezar.

Entrevista: Luis Cáceres Álvarez

Fotografías de Juan Pablo Azabache y Walter Hupiu. 

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